Y me puse a dibujar para tener paz en mi cabeza, y como se puede observar, nunca estaba solo.
Este dibujo salió ayer de mi casa para irse con mi amigo Javi Lacasta, para amortiguar los 40 años (en eso estamos los de mi quinta), que no se cumplen todos los días. Ahora las bichas deben andar sueltas por su casa, olfateándolo todo, marcando su terreno.
Comentarios
Publicar un comentario